Jueces 11 – Jefté y Los Amonitas

Jefté era un hombre fuerte y valiente, pero sus hermanos lo habían echado de la casa porque su madre no estaba casada. Él se fue a vivir lejos, con un grupo de gente que no tenía trabajo. Cuando el pueblo de Israel tuvo problemas con sus enemigos, los amonitas, los líderes le rogaron a Jefté que volviera para ser su general. Jefté aceptó, y con la ayuda de Dios, ganó la batalla. Pero antes de ir a la pelea, Jefté le hizo una promesa a Dios: que sacrificaría a la primera persona que saliera a recibirlo al regresar. Lamentablemente, fue su propia hija. Jefté se puso muy triste, pero tuvo que cumplir su promesa.